Imagina que nada de esto ha ocurrido. Que no nos hemos
conocido en esta época ni en este tiempo ni en esta racha ni con esta edad.
Imagina que no soy como soy. O solo con lo bueno. Imagina
que no soy la persona más autodestructiva que has conocido nunca. Que la
ansiedad no ha pasado nunca por mi pecho y que nunca me he hecho daño.
Imagina que fueramos normales y discutiéramos por ser
impuntuales o porque has pagado más pizzas que yo.
Que nos vamos al fin del mundo en caravana o en coche, o en
autobús, que nos bañamos juntos en la playa sin complejos, que sentimos celos
de nuestros exs, que hacemos el amor todas las noches y no me echo a llorar
después.
Qué bonito sería si no fuera yo. Si todo esto no lo hubiera
provocado yo. Si mi mierda nunca te hubiera salpicado. Como a todos. Y tú dices
que no te importa. Como todos.
Dices que no vas a permitir que nada te separe de mí y que
me quieres con lo bueno y con lo malo. Pero yo creo que me quieres porque te
quiero, porque quién soportaría esto.
Si me cargo a todo el que se me acerca.
No quiero romperte a ti, que eres lo que más quiero. No quiero
romperte como lo he hecho con todo. Y sé que voy a terminar haciéndolo.
Así que voy a fingir que no estamos en esta época, ni en
este tiempo, ni en esta racha ni con esta edad. Voy a fingir que no soy como
soy, que solo soy lo bueno. Que no me autodestruyo ni tengo ansiedad ni me hago
daño.
Voy a fingir que soy normal y discutiré porque eres
impuntual o porque pagas más pizzas que yo.
Voy a soñar que voy al fin del mundo contigo y nos bañamos en
el mar sin complejos. Voy a ponerme celosa de tus exs y voy a hacerte el amor
todas las noches sin echarme a llorar después.
Será bonito no ser yo. Será bonito dejar de salpicar a todo
el mundo.