Ya sabemos a qué me refiero con esto, y no es precisamente al amor.
Es complicado, pero ya has empezado a superarlo. Y las dos sabemos que puedes. Que no necesitas hacerte daño ni torturarte. Ya lo he hecho yo lo suficiente. Por favor, haz que esto que te estoy escribiendo merezca la pena. Déjame a mí todo ese dolor, que con el tiempo lo desecharé, y sé fuerte. Confía en ti, yo lo hago, si no, no haría esto.
Respira hondo, piensa en todo lo que te he soltado en los puntos anteriores. Quiérete, cuídate. Tú no te mereces hacerte daño. Todo se solucionará. Todo es culpa de la nube. Deja que pase, mírala lo menos posible y mañana siéntete orgullosa. Y haz que yo también me sienta orgullosa, por haber sido fuerte.
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