Sabemos lo difícil que es controlar esto.
Parece que nada tiene solución y te conviertes en una bola de pesimismo. Empiezas a pensar en todo lo que no te sale bien, aunque hayan pasado años de esas cosas, y lo ves todo negro. Pero son exageraciones. Sí, lo son, ambas lo sabemos. Y aunque ahora no lo quieras creer, para de pensar, deja la mente en blanco solo unos segundos y céntrate solo en lo que te está preocupando aquí y ahora. Y sobre todo, ten paciencia contigo. No eres un desastre, no lo haces todo mal, no eres inútil ni estás loca, ni sola. Eres una persona que ha superado muchas cosas y muchos momentos y debe cerrar esa puerta. Respira hondo, deja de pensar un rato y, cuando la nube pase, que pasará, piensa en una solución. Aún tenemos tiempo.
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